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Mostrando entradas de enero, 2012

La banalización de la desigualdad.

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¡Qué mal repartido está el mundo! En la investigación que estoy haciendo sobre el miedo he comenzado a leer Miedo líquido. La sociedad contemporánea y sus temores.  de Zygmunt Bauman (editorial Paidós).  Bauman aborda el problema de cómo la sociedad de la vida líquida (concepto alrededor del que desarrolla gran parte de su obra) se encara con el miedo. Dentro de esa reflexión se detiene en el miedo a la muerte, que según Bauman es el miedo inicial y primigenio. Viene a plantear que lo hacemos deconstruyendo (descomponiendo en las partes que lo componen) y banalizando el concepto muerte. Para ocultar la muerte acabamos teniendo una falsa conciencia de que no se muere de ser mortal, si no que se muere siempre de una causa. Estamos cotidianamente enfrentados a la muerte pero la dividimos en tantas partes, causas y consecuencias, que al final la muerte acaba por ser un dato banal, desprovista de cualquier importancia, es un dato más de la vida que pasa y ya no el dato definitivo

Acosados

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El mensaje de la austeridad entra por el miedo A poco que nos paremos a pensar nos daremos cuenta de que estamos siendo acosados/as. Escuchamos con una reiteración machacona el mensaje: hay que ser austeros, hay que gastar menos. El mensaje está calando con tanta fuerza que es ya muy frecuente escuchar, incluso entre los profesionales de los servicios sociales, expresiones y conversaciones que dan por hecho el desmontaje del sistema. Se entiende que es un mal menor y "con la que está cayendo". Parecemos haber bajado los brazos y asumido que esto es así, ¡Qué se le va a hacer!. Al fin y al cabo es culpa del propio sector público la situación en la que se encuentra y ahora hay que ahorrar y no se puede gastar lo que no se tiene (nuevamente la famosa frasecita, entradas blog. aquí, y aquí ). Habrá que volver a recurrir a las organizaciones sociales. Esa sensación de derrota se debe, al menos en parte, al acoso psicológico al que nos estamos viendo sometidos. De acu

Adopción e identidades. Cultura y raza en la integración familiar y social.

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Portada del libro Desde hace años sigo, en la medida en la que puedo, las publicaciones que se producen alrededor del tema de la adopción. Hace algunos años se produjo un cierto  boom  de publicaciones sobre la adopción, pero estas solían centrarse más en el proceso de la preadopción y el primer encuentro con el niño/a adoptado. Durante años he mirado con algo de envidia la, al menos aparente, cantidad de libros publicados en inglés posiblemente debido al importante mercado norteamericano en materia de adopción. Allí había un cierto número de libros sobre los temas relativos a las preocupaciones diferenciales que nos asaltan a los padres adoptivos. Libros que se pueden reunir bajo el concepto de post-adopción. Pero en español apenas se encontraban referencias bibliográficas. Ese panorama parece estar cambiando poco a poco. Hace escasas fechas (noviembre de 2011) ha saltado a los estantes de las librerías un nuevo libro que me ha resultado muy interesante. Se trata de Adopc

La máquina del fango. Atacar la credibilidad de las personas que se significan. Otra manera de crear miedo.

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El juez Giovanni Falcone. Si has leído las últimas entradas de este blog ya sabrás que estoy dedicando un espacio a reflexionar sobre el miedo. Sobre cómo el miedo es la emoción humana que más está mediatizando nuestra actual vida social. Sobre cómo el poder lo utiliza para alcanzar sus objetivos. Diferentes noticias, algunas con bastante repercusión en los medios de comunicación y otras menos conocidas pero más cercanas en lo personal, me han hecho volver sobre la idea de la "máquina del fango". Es un concepto que leí en el libro Vente conmigo  de Roberto Saviano al que ya he dedicado una entrada en este blog ( aquí ). Saviano es el autor de Gomorra , la reconocida novela sobre la camorra napolitana. Como consecuencia de su labor periodística Saviano tiene que vivir protegido continuamente de la amenaza de muerte que sobre el tiene dictada esa organización delictiva. Saviano es considerado en Italia, al menos por las partes más sanas de esa sociedad, como un refere

¿Está nuestra sociedad secuestrada? ¿Estamos sufriendo el Síndrome de Estocolmo?

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Patricia Hearst. Uno de los casos más notorios de Síndrome de Estocolmo. Como ya dije en una entrada anterior estoy intentando hacer una reflexión que busca mirar la realidad desde la que creo que es una de las características psicológicas más importantes para entender el actual momento social y político: el miedo (entrada anterior aquí ). Y uno de los elementos con los que creo que el miedo puede entrar en relación clara es con la dinámica personal por la que uno (o una) mismo es consciente de su persona, de su relación con los otros (empatía) y su comprensión de la realidad. José Antonio Marina señala en el libro que ya he comentado algo que resulta evidente para cualquiera minimamente avisado y es que el poder siempre se ha basado en el miedo. Ya sea el poder político (no únicamente de los Estados) como el poder en las relaciones interpersonales. Poder, relaciones de la persona con su entorno (interpersonales y sociales) y miedo. Un coctel interesante. Pensando en esto

Políticas de familia (II neoliberales)

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La expremier británica Margaret Thatcher El 16 de octubre de 1984 la entonces rutilante premier británica Margaret Thatcher (página web aquí , wikipedia aquí ) se enfrentaba al reto de cambiar los conceptos políticos que habían sistematizado el orbe occidental en los 40 años anteriores. Desde 1945 el Estado de bienestar y los valores éticos que los sustentaban habían imperado sin problemas. El reto era impresionante. Ante esta titánica tarea no desaprovechó ninguna oportunidad. La revista Woman´s own (web aquí , wikipedia aquí ), una de las revistas más populares para el público británico femenino le hizo una entrevista que resultó histórica fundamentalmente por la siguiente frase: "who is society? There is no such thing! There are individual men and women and there are families and no government can do anything except through people and people look to themselves first" (Tomado directamente de Margaret Tatcher foundation web aquí ) "¿quién

Anatomía del miedo. Un tratado sobre la valentía (José Antonio Marina)

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José Antonio Marina. Tenemos miedo. No lo notamos, se nos ha metido hasta el tuétano y estamos tan acostumbrados a vivirlo que no lo percibimos, pero tenemos miedo. Miedo al futuro. Miedo a la crisis. Miedo al gobierno. miedo a los mercados. Miedo a Merkozy. Miedo a perder el empleo. Miedo a que nos bajen el sueldo. Miedo a que empeoren nuestras condiciones de trabajo. Miedo por nuestros hijos e hijas. Miedo. El miedo nos atenaza en estos momentos difíciles de crisis sin salida aparente. Tengo la sensación de que el miedo nos invade y nos inmoviliza, de que el miedo nos corrompe. Por eso he pensado dedicar unas cuantas lecturas, escrituras y pensamientos al problema del miedo. Quiero iniciar una lectura de lo que nos rodea desde esta dimensión. Por ese motivo he recuperado un libro que comencé a leer hace algunos años, cuando fue publicado (2006) y que había quedado arrinconado en las estanterías ya que otros han ido pidiendo paso con algo más de éxito. Parto de la idea de

No se puede gastar lo que no se tiene.

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Como sabéis los que seguís habitualmente el blog me interesan mucho las frases que se utilizan desde la política neoliberal para convencernos de las "verdades oficiales". La frase que ocupa hoy el título de la entrada la he comentado ya en otras ocasiones ( aquí ) pero la vuelvo a sacar a colación porque creo que se está consiguiendo imponer poco a poco en la conciencia ciudadana. Ya nadie se acuerda de que no hace tanto los mismos que nos reiteran continuadamente esta frase, especialmente los dedicados a los asuntos relacionados con la economía: empresarios y banqueros; no hace tanto nos reiteraban con frecuencia la frase contraria: Compre hoy y ya pagará mañana. El problema es que esta frase se está utilizando para atacar despiadadamente al Estado de bienestar, para atacar a los servicios públicos, para generar la sensación de que cualquier gasto público es un despilfarro. Sin embargo hoy los bancos siguen prestando dinero a manta, pero no para invertir, no

Política de protección para la familia. (I neoconservadores)

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Foto de la película La familia y uno más. Hace ya muchos años que cuando oigo hablar de política de familia me pongo en guardia. Hay algo que me decía que ahí había algún riesgo oculto, que me iban a obligar a hacer algo o me iban a atizar un recorte de no te menees. Al principio no me paré mucho a reflexionar porqué me pasaba eso. Serían rarezas, todos nos hacemos raros según vamos madurando (o eso nos gusta creer para pensar que cuando somos más jóvenes somos menos raros o para justificar las rarezas cuando van pasando los años) Luego encontré motivos justificados y en esta entrada (y las sucesivas) recojo algunos de ellos. Creo que tengo motivos para asustarme cuando oigo hablar de política de familia porque, aunque no viviera demasiados años bajo la dictadura franquista, fueron los suficientes para que cuando los recuerdo se me pongan los pelos de punta. En esa época el modelo imaginario ideal de familia era el de la película La familia y uno más, con Pepe Isbert, Alber

Crónicas desde el mundo de la política interior global (Ulrich Beck)

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Ulrich Beck Cuando una palabra o  concepto se repite continuadamente a nuestro alerededor lo asumimos como un dato de la realidad (seguramente de una forma bastante acrítica). Si nos detenemos por un momento ante alguno de estos conceptos se nos pone la cara seria y decidimos que tenemos bastante con intentar continuar viviendo  en el runrun habitual. Ya es suficiente esfuerzo el que tenemos que realizar para llevar adelante las tareas diarias: trabajo, niños, compras, tareas del hogar...¡Uf! como para encimar intentar entender lo que se nos viene encima. Y es que si sólo fuera una cosa....  El mundo que nos rodea no hace más que cambiar aunque a menudo nos parezca que no cambia nada. ¡Qué sensación más extraña! Llevamos oyendo hace ya unos años que vivimos en un mundo global. Escuchamos el telediario y vemos imágenes e informaciones (o desinformaciones) contradictorias. De cualquier manera parece que vivimos en un mundo cada vez más estrecho, globalizado. Pero ¿Qué es