¡Vámonos!

En esta entrada no me voy a andar con rodeos. Ha comenzado el verano y, al menos supuestamente, tenemos mucho, mucho tiempo libre por delante. Es cierto que lo que nos apetece es estar más tiempo con la familia y los amigos, bebernos una cerveza en una terraza con buenas vistas, comer bién, relajarnos, dormir la siesta...

Pero es tiempo también para la lectura, para la reflexión. Vivimos demasiado deprisa. La lectura exige espacio y tiempo. Es el momento. Pero cuando llega ese momento a menudo nos pasa que no sabemos qué coger. Por eso me permito proponer y comentar algunas de las novelas que me han gustado y que no responden al esquema del clásico best-seller. En la lectura nos puede pasar como con la comida, podemos acudir a un fast-food, es fácil de comer y nos ofrece una satisfacción rápida. Pero si queremos comer, comer, nos tenemos que ir a otro sitio. Os recomiendo alguno de los libros que me han gustado y clasifico en esta segunda clase. (es evidente que a lo largo de estos últimos dos años he comentado un importante número de ensayos y textos, pero en esta entrada doy espacio a la literatura)



El pacense Jesús Carrasco ha escrito un libro impresionante: Intemperie, publicado por Seix Barral. Había oído hablar muy bien de este libro y ví la entrevista que el programa Página 2, de TVE2, le dedicó hace unos meses (enlace al programa aquí).(página web editorial aquí)

La historia se enmarca en un espacio paradójico, claustrofóbico y, sin embargo, completamente abierto, en el campo, apenas espacios cerrados, casas.

Pocos personajes, los suficientes: un niño que huye, un pastor con el que interacciona, unos buscadores/perseguidores. Un mundo duro, muy duro. Sin tiempo ni espacio concretos. Nos plantea, sin hablar explícitamente, de temas universales: la dignidad humana, la búsqueda de la libertad, la capacidad humana de explotar a los otros...

Magníficamente escrita, de un alto nivel literario. Muy recomendable.




Mi paisano, Felix Teira, ha sido todo un descubrimiento. Su libro Hijos y padres, publicado con mimo por Editorial Funambulista, me resultó muy estimulante. (página web editorial aquí)

A sus páginas se asoma algún/a trabajador/a social, hecho poco frecuente en la literatura. Me ha devuelto a las calles del barrio de mi infancia y juventud: Las Fuentes. Pero no son estas anécdotas las más significativas del libro, ni mucho menos.

El libro me ha recordado el comentado recientemente Yo precario (entrada en blog aquí). Sus protagonistas: jóvenes actuales. ¿La generación perdida?, jóvenes de instituto; vistos por unos ojos adultos con sobriedad y con mucha ternura al fondo. Una mirada, que pese a las evidentes complicaciones sociales que retrata la novela, es positiva sobre esos jóvenes y mucho más crítica con sus padres. Unos jóvenes muy inteligentes, con una sorprendente agudeza, pero que se ven encerrados por las circunstancias.

Unos jóvenes atrapados en una sociedad que se ha complicado, que ya no responde a las promesas que realizaba, en la que los adultos, los padres, están siendo claramente superados por la realidad en la que nos está tocando vivir. Y es que "la pela se ha puesto amarga con la puta crisis" (una frase del libro)

Una novela que retrata la actualidad, las consecuencias sociales de la crisis. A menudo la literatura se adelanta a las ciencias sociales para reflejar lo que está pasando y esta novela es un buen ejemplo de ello.





En un tono completamente distinto la mexicana Guadalupe Nettel ha escrito un bello libro: El matrimonio de los peces rojos, una colección de pequeños relatos en los que se produce una extraña simbiosis entre algunos animales y los protagonistas de las historias.

Muy bien escrito, con algunos pasajes que recuerdan la esencia del realismo mágico latinoamericano, se dedica a analizar las relaciones humanas. Más intimista que los anteriores, pero no menos interesante.

En los relatos bucea por los procesos que seguimos las personas para tomar las decisiones que más nos afectan en nuestra vida. El conflicto de pareja, la maternidad vista por un hijo "abandonado", los lazos del enamoramiento, la adolescencia, son los cuadros en los que se desenvuelve la acción

Página de la editorial Páginas de Espuma con algunos videos (aquí)



Por último algo de literatura en otras lenguas Tiempo de luz menguante, del alemán Eugen Ruge. Un retrato de una familia de la Alemania del Este.

Hace algún tiempo que vengo advirtiendo de que creo que para entender la Europa actual es imprescindible leer textos escritos por autores provenientes de lo que hace años fue el otro lado del telón de acero, no tanto por conocerlos a ellos sino por conocernos a nosotros.

Tienen un visión distinta de muchas cosas, especialmente políticas. Su mirada es complementaria, necesaria para entender cómo es hoy el mundo.

La novela es algo más exigente en la lectura que el resto de las comentadas en esta entrada. La estructura del texto es más compleja, con saltos entre diferentes tiempos y personajes; retrata una saga familiar durante el último siglo de historia. El comunismo y su vivencia por las diferentes generaciones juega un papel importante en la historia y su evolución.

Editado por Anagrama encuentras la página del libro en la editorial aquí


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