Los números de la desigualdad (y 3)

A lo largo de las últimas semanas he publicado algunos de los números de la desigualdad. Números alarmantes y que ocupan poco espacio en los medios de comunicación, menos en la conciencia social y ninguno en las preocupaciones del Gobierno. 

Los repasamos:

1.- Somos el país de la Unión Europea, de los 27 países, con mayor desigualdad de ingresos entre los que más ingresan y los que menos ingresan.

2.- Sólo estamos mejor que Letonia y Bulgaria en desigualdad general por ingresos medida de acuerdo con el Coeficiente de Gini (entrada sobre estos dos datos aquí)

3.- Somos uno de los países de la UE con más porcentaje de población en situación de pobreza y riesgo de exclusión, sólo por delante de Bulgaria y Rumania. 

4.- Nuestro gasto social obtiene magros resultados en términos de reducción de la pobreza. Antes del gasto social somos el país 17 en pobreza y riesgo de exclusión, después del gasto social perdemos 7 puestos en el listado. El gasto social de la mayor parte de nuestros socios es más eficaz para luchar contra la desigualdad y la pobreza que el nuestro. (entrada aquí)

En las dos entradas anteriores he tenido en cuenta datos de Eurostat referido a los 27 países de la Unión Europea. Son datos que creo muy ilustrativos, alarmantes, preocupantes.

En esta entrada cambio de oficina internacional de referencia. Me voy a referir al informe de Unicef  El Bienestar infantil en los países ricos 2012  (web aquí) que tomando datos procedentes de la OCDE estudia y compara el Bienestar infantil de los niños de los 29 países más ricos del mundo. Algunos de los datos e indicadores que utiliza vienen a corroborar, ilustrar y consolidar la idea de que nuestro país es uno de los más desiguales de entre los países ricos.

El informe de Unicef  mide cinco dimensiones que considera determinantes del bienestar infantil (bienestar material, salud y seguridad, educación, conductas y riesgos, vivienda y medio ambiente) con datos de los años 2011-2012.

En el conjunto de la tabla clasificatoria España ocupa el puesto 19 de 29. Pero esta clasificación global se alcanza gracias a dos de esos items: salud y seguridad y vivienda y medio ambiente, en los que España se encuentra en el noveno puesto. Sin embargo, hay dos de esos aspectos en los que estamos muy mal, de los peores: bienestar material y educación, 24 y 26, respectivamente.

De cualquier manera, como los datos que me interesan son los relativos a desigualdad social, me voy a centrar en los indicadores que se refieren a esta dimensión:
  • En la tasa de pobreza infantil relativa (% de menores de 18 años que viven en familias con ingresos inferiores al 50% de la media) estamos casi en el 20%. Sólo por delante de Rumania, Letonia y EE.UU.
  • En el indicador brecha de la pobreza infantil, que mide la profundidad de esa pobreza relativa, la distancia entre la línea de la pobreza y los ingresos medios de los que están por debajo, somos el peor país de la OCDE. Casi un 40% de diferencia. Un indicador que avala completamente lo dicho en las entradas anteriores, que ilustra nuestra profunda desigualdad . 
No me resisto a compartir algunos de los datos relativos a educación que también resultan significativos:
  • Mientras que somos uno de los países con mayor índice de niños en preescolar, somos uno de los peores en educación superior y el que más porcentaje tiene en jóvenes de 15 a 19 años que ya no estudia. y no trabaja, casi el 14%, y uno de los peores resultados en los logros educativos a los 15 años, de acuerdo con el informe PISA 
Cabe añadir que Unicef realizó un informe similar en los años 2001-2002. Con diez años de diferencia, lo que nos permite realizar comparaciones. En este sentido cabe señalar que España baja 5 puestos en esta clasificación desde la anterior medida 2001-2002. 

Mi conclusión final de esta serie de tres entradas es que hay datos más que abundantes para señalar que España es uno de los países con mayor desigualdad de entre los 27 socios de la UE y del conjunto de la OCDE. Un dato que evoluciona especialmente mal desde la crisis.Antes de la crisis manteníamos un pequeño diferencial con la media, pero las políticas para salir de la misma, el austericidio y las peculiares características de la crisis en nuestro país están haciendo que la desigualdad social crezca a una velocidad enorme, especialmente si nos comparamos con el resto de países de nuestro entorno, desde luego en una evolución distinta a la de otros países que están pasando por una situación similar.

Somos uno de los países más ricos del mundo, estamos en crisis, queremos seguir siendo uno de los países del club. Las políticas elegidas para conseguirlo causan lo que Zygmunt Bauman denominaría un importante número de daños colaterales: millones de españoles que ven como el tren de una vida digna se les escapa a ellos y a sus hijos e hijas como precio a pagar para no salir del club de los ricos. Una riqueza que no se reparte, que no les alcanza. 
 
La insensibilidad ante la desigualdad es, desde mi punto de vista, uno de nuestros principales problema. Desde mi punto de vista es urgente volver a situar el valor político de la igualdad y la consecución de la justicia social en el centro del debate político.

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